
«Tengo un salario limitado y un trabajo duro, pero dije que lograría estudiar y lo logré», dice Carlos Miguel Justiniano, un gendarme municipal en Santa Cruz de la Sierra que se graduó esta semana de la carrera de Derecho, a sus 65 años.
El hombre no oculta su orgullo por tener ahora su título profesional, que dice es un homenaje a su constante esfuerzo. «Yo nomas me llevaría las victorias y las derrotas, que no tuve ninguna», bromea.
Miguel no solo tuvo que desvelarse para compartir su tiempo entre el trabajo y los estudios también tuvo que enfrentar nuevos retos en medio de su formación, uno de ellos fue adaptarse a las clases virtuales que se impusieron por la pandemia. Un cambio que parecería aún más complicado para una persona de su edad, que a diferencia de otras generaciones, «no creció junto con el teléfono». Sin embargo, no se rindió.
En una entrevista con Notivisión, el ahora profesional manifestó que en 2011 decidió estudiar en el cema, en el colegio Félix Bascopé. No conforme con tremendo logro, apuntó a seguir sus estudios universitarios y lo alcanzó con un puntaje de 90 puntos bajo la modalidad de grado.
«Logré con tanta lucha y sacrificio contestar las preguntas en la modalidad de grado. Fue con Dios por delante, con ayuda del plantel docente, un equipo maravilloso, estoy muy agradecido«, expresó Carlos.
Para este hombre la edad es un número, pues no fue una limitante para salir adelante. «Yo no soy viejo, yo soy un clásico», dice entre risas.
El hombre aconseja a los jóvenes fijarse metas claras y no rendirse hasta alcanzarlas.
El hombre mientras luce su birrete y su título de graduación se conmueve al ver a su hijo, que llegó abrazarlo a su acto de graduación. El joven reconoce que él dejó los estudios y al ver a su padre se replantea su propio camino. «Lo felicito, yo dejé mis estudios, pero ahora lo veo graduarse y es mi inspiración«, expresa.
El ahora licenciado en Derecho se graduó en la Universidad Privada Domingo Savio.
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